Cariñoso C3

Taehyung maniobró el auto rentado mientras las balas resonaban por todas partes, golpeando los costados del auto. Cuando la ventana trasera fue destrozada, Yoongi comenzó a gritar.

— ¡Quédate abajo! — Taehyung gritó mientras el auto se sacudía de lado a lado.

— Me siento saltando como una palomita de maíz. Si no dejas de girar tanto voy a vomitar —.

Taehyung frenó de golpe y luego movió el auto hacia adelante.

— ¡Ya no quiero seguir con esto! — Yoongi gritó. Taehyung sacudía el auto a la derecha — Déjame salir de este loco viaje de carnaval. Encontraré la manera de volver a casa por mi propia cuenta —.

A juzgar por el miedo en el tono de Yoongi, el hombre no estaba bromeando.

— Mantén la cabeza abajo y estaremos fuera de esto pronto — Esta no era la manera en que Chulmoon y sus hombres atacaban. El hombre por lo general se mostraba y exigía saber por qué alguien de los RiverWalker estaba en su territorio. Taehyung bajó la velocidad del auto hasta una segura antes de que tomar de nuevo su celular.

— Aún no te veo — dijo Namjoon.

— ¿Por qué Chulmoon me ataca con una emboscada y disparos? —.

El otro extremo cayó en un silencio sepulcral. Taehyung podía oír la respiración de Namjoon pero nada más. Finalmente, el hombre habló — ¿Está alguien lastimado? —.

— No —.

El tono de Namjoon era frío como el hielo — Ese hijo de puta va a pagar por esto —.

Taehyung estaba pensando lo mismo, pero sabía que tenía que averiguar por qué Chulmoon estaba agrediéndolo de esa forma — Dile a Jungkook que entre en el cable y averigüe qué es lo que está pasando —.

— Estoy en eso — respondió Namjoon — Pero aún voy a colgar a Chulmoon de sus bolas por esto —.

Taehyung sonrió ligeramente — Es por eso que eres mi Centinela en jefe —.

Dejó escapar un suspiro de alivio cuando entró en territorio RiverWalker un momento más tarde. Los Centinelas de Taehyung estaban junto a los árboles, ocultos a la vista mientras veían el auto entrar en sus tierras. Era el trabajo de los Centinelas, vigilar y proteger las fronteras de las tierras RiverWalker.

Cuando Taehyung se detuvo frente a su casa, miró hacia el asiento trasero encontrando a Yoongi aún en cuclillas en el suelo — Puedes salir ahora — dijo.

— De ninguna manera — respondió Yoongi, con las manos cubriendo su cabeza — No quiero recibir un disparo — Taehyung esperó un momento más, pero Yoongi no se movió.

Suspirando, Taehyung salió del auto y abrió la puerta de atrás, jalando a Yoongi del suelo. Dejó al humano de pie — Nadie va a dispararte aquí —.

Yoongi entrecerró sus ojos color avellana — ¿Y dónde es exactamente aquí? —.

Taehyung hizo un gesto con la mano hacia su cabaña de madera de dos pisos — La casa de los RiverWalker —.

El lugar era impresionante y hermoso, con paneles solares y electrodomésticos de bajo consumo. Taehyung la había construido unos años atrás, después de que los ingresos de su empresa habían superado sus expectativas más salvajes. En su opinión, Taehyung no podría vender estas casas de bajo consumo de buena fe sino fuese el dueño de la empresa.

Jungkook siempre bromeaba con Taehyung de que no sólo era el presidente de Corporación Kim, sino también su cliente. Los shifters habían estado luchando durante años para lograr que los humanos fueran más ecológicos. Ellos avanzaban tan lentamente que Taehyung sabía que ningún progreso real se habría hecho. Así que los shifters tendrían que asegurarse de que el planeta no se fuera al infierno debido a la contaminación y los basureros tóxicos.

Pero era una batalla cuesta arriba. Los humanos eran perezosos y egoístas. Para ser justos, no todos los humanos eran de esa manera. Taehyung estaba de acuerdo en que había muchos que eran conscientes del medio ambiente y el calentamiento global. Simplemente no había suficientes humanos que se preocuparan lo suficiente por el medio ambiente para hacer un cambio.

— Sigues evitando la pregunta — Yoongi dijo mientras veía la casa de Taehyung.

— ¿Qué pregunta? — Taehyung jugó al inocente. Era algo que normalmente no hacía, pero Taehyung no estaba listo para decirle a Yoongi que el humano le pertenecía y que había embarazos en el futuro del hombre.

Los humanos tendían a enloquecer por cosas como esas. Taehyung quería que Yoongi se adaptara a su nuevo entorno antes de darle la noticia. Taehyung había mantenido su deseo bajo control, mientras estaban de camino, pero ahora que estaba viendo a Yoongi, podía ver la verdadera belleza del hombre.

— Deja de hacerte el tonto — Yoongi bufó — Estoy cansado, hambriento, y necesito una ducha. Simplemente dime por qué me rescataste. ¿Para quién trabajas? —.

— Todo a su tiempo — Taehyung colocó su mano sobre la espalda baja de Yoongi y comenzó a conducir al hombre hacia el porche delantero — Tengo comida, una cama, y una ducha caliente esperando adentro —.

— Ahora no tengo más remedio que confiar en ti — declaró Yoongi con un borde de irritación en su tono — Pero voy a estar vigilándote — Yoongi hizo una V con los dedos y señaló de sus ojos a Taehyung — Un movimiento en falso y yo… — El hombre hizo una pausa, como si estuviera pensando en una buena amenaza — le diré a Choi donde estoy —.

Taehyung gruñó — Entra antes de que palmee de nuevo tu trasero — Yoongi había encontrado una buena amenaza. Pensar en alguien viniendo tras Yoongi erizaba el vello de su cuello. A pesar de que Yoongi estaba emitiendo una amenaza contra su propia vida, un Chekota Criador muerto no era bueno para la raza de las panteras.

Yoongi sonrió — Ten mi amenaza en mente — Subió al porche moviendo las caderas y entró en la casa de Taehyung.

El humano iba a volver loco a Taehyung. Podía verlo.

Taehyung olió a Namjoon antes de que el hombre apareciera por un lado de la cabaña. Una de las cejas de Namjoon estaba levantada — ¿Supongo que no le has dicho por qué lo trajiste aquí? —.

— ¿Has averiguado por qué Chulmoon armó una emboscada? — A propósito ignoró la pregunta de Namjoon. Taehyung se ocuparía de Yoongi a su manera. El humano necesitaba ser acariciado y cuidado antes de que Taehyung le dejara caer la bomba.

Namjoon negó con la cabeza — Jungkook dice que no ha oído nada que causara que Chulmoon actuara de esa manera —.

Taehyung se frotó la barbilla. Iba a tener que llamarle y preguntarle a Chulmoon directamente. Taehyung no estaba esperando hacer esa llamada telefónica. El Alpha del Valle del Norte no se detendría para decirle a Taehyung en donde podía meterse sus opiniones. Aun así, esta era una muy inusual circunstancia y Taehyung tenía que llegar al fondo de las cosas.

— Yo me encargo desde aquí — dijo Taehyung mientras caminaba hacía el porche — No quiero a todos rondando a Yoongi. No sirve de nada asustar al humano a muerte —.

Como si eso no hubiera pasado ya un centenar de veces.

Namjoon se rio — Oh, vamos. No soy tan intimidante —.

— Si no lo fueras, entonces no ocuparías ese puesto — Taehyung dejó a Namjoon en el patio delantero, mientras caminaba al interior de la cabaña. Aunque sus hombres eran excesivamente leales, Taehyung sabía que mantener a los hombres alejados sería un esfuerzo inútil, sobre todo porque todos vivían bajo un mismo techo. Su curiosidad era comprensible. Muchos no habían visto un humano en persona.

Taehyung sólo esperaba que Yoongi no tratara de huir de nuevo. Eso no sería bueno para el humano.

– – – – – –

Yoongi se olvidó momentáneamente de sus problemas mientras veía la casa de Taehyung. Era el lugar más cómodo que hubiera visto en su vida. Los muebles no sólo eran grandes sino que también tenían cómodos sofás y grandes almohadas. Había claraboyas en el techo y decorativas alfombras en el piso de madera. A Yoongi le gustó el patrón de la alfombra de remolinos azul y crema. Los colores le daban vitalidad a la habitación.

Se aventuró a ir más adentro y Yoongi se quedó sin aliento cuando vio un solárium. Tenía una cascada de aspecto natural en la pared del fondo y tantas plantas que se sentía como si estuviera afuera. El techo era prácticamente inexistente. El vidrio era tan claro que a primera vista, no parecía haber ninguno en absoluto.

El departamento de Yoongi y de algunos de los vecinos podría caber en esta habitación. Era enorme. La casa hasta ahora era reconfortante y atractiva. Para ser una prisión, no estaba nada mal. Yoongi caminó por las veredas a través del follaje y se encontró con un estanque de peces en medio de una área sin vegetación.

Empezó a preguntarse una vez más por qué estaba aquí. Si Taehyung no trabajaba para Choi, entonces ¿por qué había rescatado a Yoongi? Los buenos samaritanos no pasaban por todos estos problemas. Y Yoongi seriamente dudaba de que el tipo lo hubiera traído al territorio shifter por un capricho.

Las panteras no eran conocidos por su hospitalidad. ¿No había dicho eso Taehyung? Con lo impresionante que era este lugar, Yoongi sabía que tenía que conseguir salir de aquí. Él había cambiado una prisión por otra, y eso no era aceptable en su libro.

Taehyung era caliente como el infierno y hacía que el cuerpo de Yoongi reaccionara de maneras que lo dejaban desconcertado, pero un carcelero era un carcelero. Dios, Taehyung era tan malditamente atractivo.

«Ya basta.

Esos ojos azules son francamente sexis.

Él es tu carcelero».

Yoongi sabía que su voz interior estaba en lo cierto, pero deseaba que lo dejara durante cinco segundos mientras fantaseaba con el atractivo hombre que aceleraba su corazón cada vez que lo veía. Merecía perderse en la lujuria durante cinco segundos antes de tener que volver a la realidad.

Saliendo del solárium, Yoongi se aventuró por un pasillo. Entró en una cocina que contrastaba con el resto de la casa. Era artística, brillante, y no se veía ni un poco como si la naturaleza se hubiera hecho cargo.

— Hay comida en el refrigerador —.

Yoongi se giró para ver a Taehyung de pie en la puerta, con los brazos cruzados sobre su pecho. Sus ojos color azul estaban vivos con inteligencia mientras Taehyung lo observaba. Y si Yoongi no se equivocaba, también estaban llenos de calor.

Yoongi se aclaró la garganta y se dirigió al refrigerador. A pesar de su afirmación anterior, Yoongi no tenía hambre. Su apetito estaba afectado con el estrés de su vida en este momento. La comida era la última cosa en su mente. Aun así, Yoongi abrió el refrigerador para encontrar estantes con frutas y sobras. Tomó un recipiente en donde había chuletas de cerdo y lo destapó. El olor le hizo agua la boca.

— ¿Puedo calentarlo? — Yoongi preguntó mientras veía alrededor buscando un microondas.

— No soy ni la mitad de malo — admitió Taehyung mientras señalaba a un cromado microondas empotrado en la pared. No era como nada que Yoongi hubiera visto en su vida. Había tantos malditos botones que no estaba seguro de ser capaz de hacer funcionar esa cosa.

Podía ver la leve sonrisa en los labios de Taehyung cuando el hombre cruzó la habitación y tomó el recipiente de Yoongi, mostrándole sin palabras cómo calentar algo. Taehyung se movió al refrigerador y sacó un plato de fruta fresca y quesos que estaba envuelto en plástico transparente. Lo dejó en el impecable mostrador.

Una vez que las chuletas de cerdo se calentaron, el apetito de Yoongi regresó con venganza. Podría haber sido el aroma de la deliciosa comida, pero no estaba seguro, Yoongi se sentía hambriento. Se sentó en una de las sillas de respaldo alto en la isla y comenzó a comer como si se hubiera negado alimentos por una semana. Mientras comía, Taehyung tomó un vaso del gabinete y sirvió una especie de líquido con un tinte de color naranja.

— Jugo de mango — declaró Taehyung sin que le preguntara.

— Para ser un carcelero — Yoongi dijo mientras mordía las rodajas de naranja con el mejor sabor que había comido — Sabes cómo alimentar a un chico — Los ojos de Yoongi rodaron a la parte posterior de su cabeza cuando mordió la chuleta de cerdo. ¿Alguna vez había probado algo mejor? Si lo hubiera hecho, no lo recordaba. Yoongi lamió el jugo de sus dedos antes de preguntar: — Entonces, ¿qué planes tienes para mí? —.

Pensó que había colado furtivamente la pregunta.

— Asegurarme de que tengas un montón de comida y descanses — contestó Taehyung sin perder el ritmo. El hombre era demasiado inteligente como para contestar la pregunta que Yoongi dejó deslizar. Pero valía la pena intentarlo.

Yoongi dejó la conversación y se dedicó a comer la comida frente a él. Cuando terminó, se sintió como un pavo relleno. Su estómago ligeramente distendido y soltó un eructo. Yoongi rápidamente se cubrió la boca mientras miraba a Taehyung.

El hombre se echó a reír — Me lo tomaré como un cumplido — Taehyung limpió los platos antes de señalar hacia la puerta — Ven, te llevaré a tu habitación —.

Yoongi no confiaba en este hombre. Nadie podía ser tan agradable con alguien que habían secuestrado. En un primer momento se había ido con Taehyung, porque uno de los hombres de Choi habían estado persiguiéndolo con una pistola. Pero Yoongi había intentado escapar varias veces, y cada vez Taehyung lo había atrapado y empujado de nuevo al auto.

Eso era un claro caso de secuestro.

Yoongi lo aceptaría por ahora. No tenía otra opción. Pero a la primera oportunidad que tuviera para escapar, la tomaría. Taehyung llevó a Yoongi a un dormitorio por el pasillo. Había una enorme cama en el centro de la habitación que se veía muy tentadora. Había también muchas almohadas de gran tamaño en una esquina.

¿Qué tenía este chico por las almohadas? Quizás a su pantera le gustaba dormir en ellas. La habitación estaba decorada con colores oro y verde. Los colores gritaban masculinidad. Un armario de aspecto antiguo ocupaba el espacio al lado de las almohadas, y de nuevo, los techos tenían claraboyas. Lo que llamó la atención de Yoongi eran las grandes puertas francesas que llevaban a una terraza trasera.

¿Sería tan fácil huir? Yoongi sintió su corazón acelerarse ante la posibilidad de salir de aquí.

— Ni siquiera pienses en eso — dijo Taehyung mientras le daba una toalla suave a Yoongi y le señalaba una puerta al otro lado de la habitación — Mis hombres están vigilando los bosques de los alrededores y no llegarías muy lejos antes de ser visto —.

— ¿Tus hombres? — preguntó Yoongi, confundido.

Taehyung sonrió — Soy Kim Taehyung el Alpha de RiverWalker —.

Yoongi casi dejó caer su toalla. Taehyung era un Alpha. Incluso con su experiencia limitada sobre los shifters, Yoongi sabía lo que eso significaba.

Él estaba en serios problemas.

– – – – – –

Después de que Yoongi se había duchado y se había acostado en la cama, Taehyung salió a la suave brisa. Tenía que salir de la casa y respirar un poco de aire fresco. El aroma de Yoongi estaba volviendo loco al gato de Taehyung. Era cada vez más difícil que Taehyung evitara frotar su olor por todas partes del humano.

— Puedes salir de tu escondite — dijo Taehyung en el suave viento. Sabía que una pantera estaba cerca por el chasquido de las ramas, alertando a Taehyung de su presencia. También vio el auto híbrido verde de Jungkook estacionado al lado de la casa.

— Sólo quería hablar de unos contratos que están por vencerse — afirmó Jungkook mientras se movía a la línea de visión de Taehyung, pero los ojos de color marrón oscuro de la pantera seguían viendo hacia la cabaña. Jeon Jungkook no sólo era la mano derecha de Taehyung y manejaba todo el papeleo de Corporación Kim, sino que era el residente friki en el clan RiverWalker y conocía íntimamente las computadoras. Tenían un edificio de oficinas en las afueras de Yosemite, pero Jungkook a menudo traía el trabajo a casa.

Evitaba que Taehyung tuviera que ir a la oficina todos los días. y con Yoongi aquí, era una comodidad que apreciaba. Taehyung no quería dejar al humano solo hasta saber que no intentaría huir.

Taehyung bajó los tres escalones para llegar a la ruta de acceso y se acercó a Jungkook — ¿Y tú repentina urgencia no tiene nada que ver con que traje a casa a un Chekota Criador? —.

Los hombros de Jungkook se levantaron cuando se encogió de hombros — Quizás —.

Taehyung se rio y lanzó un brazo sobre los hombros de Jungkook — A su debido tiempo, Jungkook. Deja que se acostumbre a nuestra casa antes de irrumpir allí. Él no confía en mí en este momento y no quiero asustarlo con nuevas caras —.

Taehyung mantuvo su tono amable cuando habló con Jungkook. El chico era el mejor cuando se trataba de contratos y computadoras, pero un poco tímido, incluso para una pantera. Taehyung no se sentiría bien levantándole la voz al hombre — ¿Qué necesitas que firme? —.

Taehyung llevó a Jungkook al porche donde se sentó y tomó la carpeta de Jungkook. Vio por encima los documentos antes de garabatear su firma en la parte inferior. Todo el tiempo, Jungkook veía hacia la puerta principal.

— Sin faltarte al respeto, Alpha, — Jungkook se giró hacia Taehyung — pero ¿él sabe que es un Chekota Criador? ¿Sabe que está aquí para embarazarse y continuar el linaje Chekota? —.

Cuando la puerta de tela malla se abrió, Taehyung levantó la vista para ver a Yoongi ahí parado con asesinato en sus ojos color avellana.

– – – – – –

Gim Chulmoon se paseaba por su estudio, la frustración marcando cada uno de sus pasos. La emboscada que había creado no había salido bien. Taehyung había sobrevivido. Sin embargo Chulmoon había dado instrucciones explícitas para que sus hombres no le dispararan al Chekota Criador, Chulmoon quería al hombre para sí mismo, independientemente de lo que Choi hubiera ordenado. Una vez que Chulmoon le robara el premio a Taehyung, sería fácil entrar y acabar con los RiverWalker.

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